¿Qué hacer cuando no recuerdas como respirar?

¿Qué hacer cuando se te olvida cómo contemplar las maravillas del mundo que te han de rodear? Cuando la tristeza sumerge tu alma a un profundo momento de introspección y te muestra todo lo que podría cambiar, cuando sientes que esto que está pasando en tu vida ya no es lo que quieres y tienes tanto miedo de empezar a tomar otros caminos...

¿Por qué da miedo soltar la vieja estructura y creencia del yo?

Es porque nos da miedo la inmensidad de oportunidades que ahora puede albergar nuestro corazón. Porque se nos ha enseñado a ser pequeños y no grandes en esta sociedad, y cuando digo grandes no me refiero a ser grandes con aspiraciones materialistas, quiero decir que es la grandeza del ser, del ser libre, inspirado y atreverse a cruzar los miedos, a salirse del molde y aprender a confiar en la intuición, los anhelos y los sueños. Por más absurdos que parezcan o con la comparación incesante de cuál sueño da más éxito y dinero y cuál es mejor que el otro.

Porque soltar ese viejo yo implica aplicarse para nuevos parajes que anteriormente ni en pensamientos se hubiesen atravesado. Porque la muerte del yo implica abrirle la puerta al misterio y a lo "no inteligente" y poco probable, es apuntar a la posibilidad 0,0001% de que de ahí en adelante todo salga bien.

Y... pues, no muchos quieren correr el riesgo, porque correr el riesgo implica soltar y para muchos "perder" lo que ya se había percibido como propio y desprenderse de eso duele mucho. Ya que eso implica un salto de fe impresionante y nuestra mente dominante no quiere ceder ese poder, no quiere dejar su "destino" en manos de lo desconocido, de lo impredecible y de lo que aún no ha ocurrido.

Así que, querido lector, cuando no sepas cómo respirar, es porque tu alma y cuerpo te están pidiendo que les escuches por un momento, que quites tu atención de tu mente racional por un momento e integres lo que tienen que decirte.